Dormir es un proceso vital que va más allá de simplemente recargar energías; es un pilar fundamental para la salud física y mental. Un estudio científico destaca que dormir menos de lo necesario no solo afecta la capacidad de concentración y el estado de ánimo, sino que también tiene un impacto directo en el peso corporal y en problemas relacionados con la obesidad.
La relación entre el sueño y la obesidad radica en procesos hormonales y metabólicos que se desequilibran al no descansar adecuadamente. En esta nota exploraremos cuáles son los impactos en tu salud por la falta de sueño.
Falta de sueño y Obesidad: mito o realidad
La idea de que dormir poco necesariamente provoca obesidad puede parecer exagerada, pero no es del todo un mito. Un estudio de la Universidad de Oxford publicado en febrero de 2025 titulado Impact of sleep deprivation on monocyte subclasses and function, trata la relación entre la obesidad y la falta de sueño.
En realidad, la relación entre la privación del sueño y la obesidad es compleja, entre los puntos que se señalan en el estudio están:
Las personas con obesidad generalmente duermen peor.
Las personas con obesidad tienden a tener más inflamación en su cuerpo, aunque no sea algo que sientan directamente.
En las personas con obesidad, se encontró que aumenta un tipo específico de células de la sangre llamadas "monocitos no clásicos", y esto está relacionado con dormir mal.
Se descubrió que dormir mal causa inflamación por sí solo, incluso si la persona no tiene obesidad. Es decir, aunque una persona sea delgada, si no duerme bien, su cuerpo también puede tener esta pequeña "irritación" interna.
Cuando se hicieron experimentos donde se les quitó el sueño a las personas, se vio que aumentaban estos "monocitos no clásicos", y cuando volvían a dormir bien, estos niveles bajaban.
El estudio nos dice que la calidad del sueño es muy importante para mantener el cuerpo sano y sin tanta "irritación" o inflamación, especialmente en personas con obesidad.
Cuántas horas de sueño se recomiendan
Según la información proporcionada por el Instituto de Salud para el Bienestar, estas son las horas de sueño que se recomiendan según la edad de las personas:
Recién nacidos: 18 horas
Niñas y niños: Entre 10 y 12 horas
Adolescentes: Entre 8 y 9 horas
Adultos: Entre 7 y 8 horas
Fuente: https://www.msn.com