En una presentación durante el Congreso Internacional sobre Obesidad (ICO 2024) en São Paulo, Brasil (26-29 de junio), el Dr. Bruno Halpern, presidente de la Asociación Brasileña para el Estudio de la Obesidad (ABESO), analizó tanto los peligros como las oportunidades que ofrece la información sobre obesidad que prolifera en las redes sociales.
«No soy un ‘experto en redes sociales’, sino un investigador de la obesidad que ama comunicar. Tengo un perfil en redes sociales que ha crecido en los últimos seis años. Hoy compartiré mi perspectiva sobre la comunicación acerca de la obesidad y lo que he aprendido durante este tiempo», explicó el Dr. Bruno Halpern, Presidente de ABESO. Su cuenta de Instagram (@drbrunohalpern) comenzó en 2018 con 0 seguidores y ahora cuenta con 202,000.
Tanto a nivel global como en Brasil, el tiempo dedicado a internet y a diversas plataformas de redes sociales sigue en aumento, mientras que la visualización de televisión y la escucha de radio continúan su lento declive. El Dr. Halpern revisó datos del estudio ACTION TEENS, que muestran que entre los adolescentes que viven con obesidad, el 34% considera YouTube como su fuente principal de información sobre obesidad, seguido de un 28% que se informa en redes sociales, mientras que los médicos representan un 24% y los programas de televisión un 17%. Además, un artículo publicado en The Lancet Diabetes & Endocrinology en 2023 reveló que el 20% de la información más consultada en TikTok es incorrecta; el 25% de los videos en YouTube sobre diabetes son inexactos (hasta un 33% en países asiáticos); y más de 250 millones de vistas de videos con el hashtag #ozempic fomentan el uso de medicamentos sin receta.
El Dr. Halpern discutió el fenómeno de la «verdad participativa», donde si muchas personas aceptan algo, lo comparten o le dan «me gusta», se considera verdadero. También planteó la cuestión de los profesionales médicos que promueven información en redes sociales, preguntando: «¿Cómo podemos responsabilizar a los médicos que difunden información incorrecta? ¿Podría considerarse mala praxis médica?»
La mayoría de los videos creados en plataformas como Instagram y YouTube son realizados por personas que cuentan sus propias historias, por lo que el Dr. Halpern afirma que los expertos en obesidad deben ser más creativos y producir más contenido propio, para que el público tenga acceso a información científicamente precisa y no solo a relatos anecdóticos sobre el éxito o fracaso en el tratamiento de la obesidad.
Explicó: «Debemos entender que la experiencia personal o la convicción no pueden superar la evidencia científica, y los influencers digitales deben ser científicamente precisos y comprender la evidencia.»
Concluyó: «Las plataformas de redes sociales son cada vez más una fuente de información sobre salud (especialmente sobre obesidad), y esa información suele ser de baja calidad o intencionalmente falsa. Difundir información sobre obesidad debe seguir ciertos preceptos: entre los más importantes está evitar asustar y estigmatizar al paciente, proporcionar información de calidad y acercar a la persona a tratamientos serios basados en evidencia científica.»